Internacionales — 14.04.2018 —
Junto a Francia y Gran Bretaña, Estados Unidos bombardeó a Siria con misiles de última generación
Estados Unidos y Francia utilizaron nuevos sistemas, de máxima precisión. Junto a Gran Bretaña, los lanzaron desde aviones y barcos.
Fuente: Clarín
Hace dos días, el presidente de Estados Unidos Donald Trump hacía referencia, en su cuenta de Twitter, a un nuevo sistema de misiles que utilizaría en su inminente ofensiva a Siria. El bombardeo no tardó en ocurrir: en la noche del viernes atacó junto a Gran Bretaña y Francia las ciudades de Damasco y Homs. Combinaron misiles aéreos con otros lanzados desde buques en el Mar Mediterráneo, informó CNN.
No sólo la principal potencia militar mundial "estrenó" armamento en el bombardeo. Tal como venía anticipando la prensa de ese país, los franceses utilizaron por primera vez los MdCN, un misil fabricado por el gigante MDBA, líder europeo en tecnología de misiles, propiedad de Airbus, la británica BAE y la italiana Leonardo, con sede en un suburbio del sur de París.
El misil de crucero naval francés fue ensayado por primera vez hace un par de años. Pesa 1.400 kilos (de cuales, 500 kilos de explosivo), mide 6,50 metros de largo por 53 centímetros de diámetro. Vuela a 800 kilómetros por hora y tiene un alcance de unos 1.000 kilómetros. El margen de error es muy pequeño. Su costo por unidad alcanza los 2,86 millones de euros, el doble que los utilizados habitualmente hasta ahora: los Tomahawk.
Los MdCN fueron lanzados presumiblemente desde fragatas del tipo ‘Aquitaine’ en el Mediterráneo oriental.
Al mismo tiempo, Francia desarrolló un fuerte ataque aéreo. Para ello utilizaron misiles SCALP, cuyo diseño originalmente se basó en el modelo anterior MBDA Apache. Tienen un alcance de aproximadamente 400 kilómetros y fueron transportados hasta las ciudades atacadas a bordo de cuatro aviones británicos Tornado GR-4 y nueve franceses modelo Rafale y Mirage, que debieron cruzar el mediterráneo en más de una oportunidad, para volver a reabastecerse, haciendo un gran despliegue.
La exhibición de poderío bélico francés, con armas tan desarrolladas, contrastó, según los analistas, con los británicos, que han usado aviones Tornado, ya antiguos: son una variante específica introducida en la década del 90 que incluye mira infrarroja, HUD gran angular y pantallas mejoradas en cabina.
Desde esas aeronaves lanzaron el mismo tipo de misil SCALP que los franceses, aunque los británicos los llaman de otra manera: Storm Shadow.
El ejército estadounidense, en tanto, utilizó misiles crucero Tomahawk y "municiones diversas", según informó la agencia AFP. Los Tomahawk ya habían sido empleados durante otro ataque a Siria en abril del año pasado.
Este tipo de armamento suele ser lanzado desde submarinos o la cubierta de una fragata de guerra. Tienen la particularidad de tener un largo alcance y volar a altura baja y velocidad subsónica para no ser detectados por radares. Fueron diseñados en la década del 70 y especialmente utilizados a principios de los 90 durante la Guerra del Golfo Pérsico.
Pero además, Estados Unidos usó una "novedad" en este ataque: un sistema de misiles llamado JASSM , sigla que en español significa Misil de unión conjunta de aire-superficie. Su desarrollo comenzó en 1995, pero una serie de problemas en su puesta en marcha retrasó su utilización. Este sistema "fue diseñado para destruir objetivos fijos y reubicables de alto valor, bien defendidos".
Los misiles JASSM son transportados en bombarderos y cazas de distintas clases. Según las primeras informaciones difundidas sobre el último bombardeo en Siria, fueron lanzados desde cazas B-1, un tipo de bombardero estratégico cuatrimotor con ala de geometría variable que Estados Unidos utiliza desde 1986 para sus ataques aéreos.
Estos aviones pueden alcanzar gran velocidad con economía de combustible y "capacidad de sorpresa" durante los ataques, según informan sus desarrolladores. Por el momento el ejército estadounidense no informó la cantidad de naves de este tipo utilizadas en la incursión a Damasco y Homs.
Desde Rusia afirmaron que, de los 103 misiles lanzados por las tres potencias, 71 fueron interceptados por el ejército sirio. Sin embargo, en las primeras horas del sábado, un comunicado del Pentágono contradijo a los rusos. "Ninguna de las naves o misiles de la coalición formada por Estados Unidos, Francia y Reino Unido fue interceptado por las Fuerzas de Bachar Al Asad", sostuvieron. "Esta operación fue cuidadosamente orquestada, para evitar bajas civiles. Alcanzamos con éxito cada objetivo", declaró la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, durante una rueda de prensa.
Trump no se quedó atrás y publicó en redes sociales: "Un ataque perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y por el poder de sus buenos ejércitos. No podía haber tenido un mejor resultado. ¡Misión cumplida!".
El bombardeo tuvo tres objetivos principales, dos en Homs y uno en la capital siria. Oficialmente se informó que fue en respuesta al supuesto ataque con armas químicas contra la población civil de Duma, cerca de Damasco, y que atribuyen al régimen sirio.
El bombardeo del viernes a la noche buscó destruir instalaciones utilizadas para la producción y almacenamiento de armas químicas, según informó el Pentágono. El primero fue en Damasco sobre un centro de investigaciones científicas de Barza, al norte de esa capital.
Los otros dos estuvieron ubicados al oeste de Homs, 160 kilómetros al norte de los primeros bombardeos. Allí, según Estados Unidos, funcionaba un centro de comandancia del régimen sirio y varios almacenes donde el ejército guardaba reservas del comúnmente denominado gas sarín, que es en realidad un líquido incoloro cuya producción y almacenamiento están prohibidos desde 1993 por ser considerado un arma química.