Internacionales — 25.01.2018 —
Descarriló un tren en las afueras de Milán: tres muertos y 45 heridos
El accidente tuvo lugar en la estación Pioltello Limito a primera hora de la mañana.
Fuente: La Nación
Personas atrapadas entre las chapas, helicópteros yendo y viniendo de hospitales, socorristas llegados desde toda Italia y 3 muertos, todas mujeres y 45 heridos, cinco muy graves. Es el balance del gravísimo accidente ferroviario que conmovió hoy a Italia.
Este tuvo lugar a las 6.57 de esta mañana en las afueras de Milán, cuando un tren regional procedente de Cremona y directo a la estación Milano Porta Garibaldi, sufrió un descarrilamiento. El desastre ocurrió a la altura de la localidad de Seggiano Pioltello, en la periferia este de la ciudad, en el mismo punto en el que el 23 de julio pasado otro convoy se había salido de las vías, en ese caso sin consecuencias, según indicó la edición digital del Corriere della Sera.
A esa hora de la mañana el tren, formado por seis vagones, se encontraba repleto de pasajeros que viajan a diario hasta la que se considera la "capital financiera" de Italia, a trabajar o a estudiar.
Según una primera reconstrucción de la Red Ferroviaria Italiana (RFI), el tren, que viajaba a una velocidad de 100 kilómetros horarios, recorrió dos kilómetros con las ruedas fuera de las vías, hasta que uno de los vagones centrales chocó contra un palo de la electricidad, aplastándose y doblándose violentamente. RFI indicó la existencia de una "falla estructural" de unos 20 centímetros de la vías, dos kilómetros antes del descarrilamiento del tren.
Según testigos, se vivieron momentos terribles. Un pasajero del tren contó que hubo una vibración fuertísima antes del descarrilamiento. "Poco antes de Pioltello el tren empezó a temblar y entendimos que estaba por pasar algo" dijo a La Repubbliuca Gianmarco, un joven de 25 años que toma todos los días ese tren regional desde la localidad de Crema. "El tren estaba lleno, tembló durante 3 o 4 minutos y después llegó el impacto", agregó.
Los bomberos debieron abrir las paredes del tren como si se trata de una lata. En lo que significó el accidente ferroviario más grave de la región Lombardía, también llegaron al lugar policías, carabineros, enfermeros, médicos y voluntarios de Protección Civil. A las diez de la mañana los úlitmos pasajeros atrapados entre las chapas habían logrados ser extraídos.
Para enfrentar el desastre -que provocó el caos en el sistema ferroviario de la zona-, fueron activadas dos líneas telefónicas dedicadas a los parientes de los viajeros que se presume que estaban en el tren. Entre ellos hubo escenas de desesperación cuando, desde el convoy los sobrevivientes comenzaron a llamar. "Hubo un accidente, estoy lleno de sangre", fue la llamada que hizo a sus padres Gan Lenebev Victoria, un estudiante filipino que vive en provincia de Brescia, que estaba yendo a su secundario de Milán. "Era como una guerra, con gente que gritaba y venía corriendo pidiendo ayuda", contó un bombero.
La comuna de Pioltello -localidad que queda a 16 kilóemetros de Milán- puso a disposición un gimnasio para que pudiera verificarse de inmediato el estado de salud de los heridos. Y la Cruz Roja activó un servicio de ayuda psicológica para ellos y sus familias.
En medio de la conmoción, causó indignación en las redes sociales el hecho de que Trenord, la línea regional del tren descarrilado, en twitter avisó que la circulación había sido interrumpida "por un inconveniente técnico" .
La fiscalía de Milán, en tanto, abrió una investigación con la hipótesis de delito de desastre ferroviario culposo. Se trata del accidente más grave desde la catástrofe ferroviaria que causó 23 muertos en julio de 2016 en Apulia, al sur del país.