Recomendaciones para prevenir los golpes de calor
En los días de altas temperaturas, los niños y adultos mayores son los más propensos a sufrir las consecuencias.
Por: santotoméaldía / Fuente: Secretaría de Comunicación Social - Gobierno de Santa Fe
El Ministerio de Salud de la provincia reiteró recomendaciones para prevenir y evitar los golpes de calor frente a las altas temperaturas que se registran en la región y la reciente emisión de un alerta naranja por parte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Cabe resaltar que existen grupos de riesgo más propensos a sufrir golpes de calor: los ancianos, los niños y quienes trabajan o hacen ejercicios en ambientes calurosos.
En ese marco, el director del Programa Provincial de Promoción y Prevención de la Salud, Julio Cesar Befani Bernal, recordó que el golpe de calor “se percibe según determinadas señales que pueden incluir una temperatura corporal extremadamente elevada, superior a 39 grados, piel enrojecida, caliente y seca, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareo, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento”.
Ante estos síntomas, se debe pedir a alguien que solicite ayuda y asista a la persona afectada. Es recomendable buscar una zona sombreada y tratar de bajar la temperatura, para lo cual se puede recurrir a métodos como sumergirla en agua fría, rociarla con agua fría con una manguera de jardín, aplicarle compresas de agua fría, envolverla en una sábana mojada, entre otros.
En el caso de los niños, hay que ofrecer frecuentemente líquidos (agua o jugos naturales) y a los lactantes el pecho, no ofrecer bebidas muy azucaradas ni muy frías, no ofrecer comidas calientes y pesadas, bañarlos o mojarlos con frecuencia, evitar juegos o actividades físicas, seleccionar lugares frescos y ventilados y vestirlos con ropa amplia, liviana, de algodón y de color claro.
En tanto, para jóvenes y adolescentes, las recomendaciones son evitar las bebidas alcohólicas y los esfuerzos físicos intensos, como así también, seleccionar lugares frescos para descansar, sentarse o recostarse cuando sientan mareos. Para los ancianos, es importante que descansen en lugares frescos y ventilados, desabrigarlos y ofrecerles líquidos aunque no manifiesten sed.
