Internacionales — 13.04.2017 —
Imágenes satelitales confirman que Corea del Norte está lista para una nueva prueba nuclear
Las tomas muestran "actividad persistente" en el sitio de ensayos atómicos del régimen comunista. Kim alertó sobre un "gran evento".
Fuente: Clarín
Imágenes satelitales tomadas ayer muestran "actividades continuas" en el sitio de los test nucleares norcoreanos de Punggye-ri, en el área de montaña del nordeste del país. Lo reportó 38 North, un "think tank" con base en Washington. Estoy coincide con los temores de Occidente de que Kim Jong Un está listo para provocar al mundo con un nuevo ensayo nuclear, al cumplir cinco años en el poder, y al celebrarse este sábado el 105 aniversario del fundador del país y abuelo del actual líder, Kim Il-sung. A esto se unen los 85 años del establecimiento del Ejército Popular, que se cumplen el día 25.
Las imágenes analizadas este jueves por la web 38north, muestran que en la base de Punggye-ri hay "persistente actividad en el portal norte (donde se realizaron las últimas pruebas norcoreanas), nueva actividad en la zona administrativa principal y personal congregado el centro de mando de las instalaciones".
El análisis indica que el volumen de agua, que se ha estado drenando en pasadas semanas para mantener seco el túnel de la galería norte, se ha reducido en los últimos 10 días.
Tampoco se aprecian cambios en las montañas de residuo mineral, por lo que el proceso de excavación estarían ya concluido en la base situada en el condado de Kilju (noreste).
Se trata, en otros términos, de un escenario "adaptado y listo" para otra prueba nuclear, la sexta del régimen de Pyongyang.
Los expertos llevan semanas alertando de la continua actividad en Punggye-ri y temen que Corea del Norte pueda llevar pronto a cabo su sexta prueba, especialmente por la cercanía de importantes efemérides para el régimen.
La flota de Estados Unidos
Es por eso que Estados Unidos ha decidido mover una importante flota liderada por el portaaviones nuclear USS Carl Vinson hacia la zona, en señal de disuasión; algo que por el contrario ha provocado en Kim comentarios amenazantes, como que está dispuesto a ir a la guerra si es provocado.
El mismo Kim advirtió que prepara un "gran evento", y se sospecha según las imágenes, que el régimen ya ubicó en el túnel norte de Punggye-ri un dispositivo atómico, listo para detonar.
Los analistas de 38 North señalan un pequeño medio o un carro apenas fuera del portal norte, el acceso a las estructuras subterráneas de los cinco test nucleares hasta ahora hechos por Corea del Norte.
Los militares surcoreanos, sin embargo, no evidencian actividad de ningún tipo en contraste con lo que señalado por 38 North sobre una posible provocación inminente, explicó el coronel Roh Jae-cheon, portavoz del Comando de Estado conjunto, citado por la agencia de noticias Yonhap.
En tanto, el premier japonés, Shinzo Abe, advirtió que Corea del Norte es capaz de armas sus misiles con gas sarín.
En una sesión parlamentaria en Tokio, Abe reiteró la necesidad de aumentar los esfuerzos ante las ambiciones del régimen norcoreano en el desarrollo de su programa nuclear.
Según fuentes diplomáticas citadas por la agencia de noticias Kyodo, el presidente estadounidense Donald Trump le prometió a Abe que le avisaría previamente en caso de un ataque militar a Corea del Norte.
Tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero, Washington ha dicho que cambiará la estrategia para terminar con el programa armamentístico norcoreano, con o sin la asistencia de China, y que dejará de optar por la llamada "paciencia estratégica" de la Administración Obama.
A esto se une su reciente ofensiva con misiles de crucero sobre una base aérea siria, maniobra que aparentemente pretende enviar un mensaje de advertencia a Pyongyang, y las alusiones de Washington que ha estudiado la posibilidad de realizar un ataque preventivo sobre Corea del Norte.
Trump volvió a pedir ayer por teléfono a su homólogo chino, Xi Jinping, que Beijing, como principal socio comercial y estratégico de Pyongyang, aumente la presión sobre el régimen para evitar que EE.UU. tome decisiones más contundentes al respecto.