Trump asumió y prometió cerrar fronteras y acabar con el terrorismo

El presidente estadounidense Donald Trump asumió como el mandatario número 45 de ese país y en su discurso inicial hizo fuerte hincapié en las relaciones internacionales y el cambio en la política interna que espera implementar.

“Vamos a cerrar las fronteras”, indicó el mandatario en las escaleras del capitolio estadounidense. En este sentido, Trump remarcó que “descuidamos nuestras fronteras. Vamos a brillar para que todos puedan seguir nuestro ejemplo. Vamos a reforzar todas las líneas contra el extremismo islámico de la faz de la tierra”.

Trump prestó juramento como el 45° presidente, en una jornada que cierra un ciclo de dos mandatos de Barack Obama y abre un nuevo capítulo en la historia del país. “Cuando Estados Unidos está unido no hay nadie que lo pueda frenar”, afirmó el mandatario.

En la ceremonia realizada en las imponentes escalinatas frente al Capitolio, sede del Congreso estadounidense, también prestó juramento el nuevo vicepresidente, Mike Pence.

“Desde hoy, una nueva visión gobernar nuestra tierra. Desde hoy, pondremos a Estados Unidos en primer lugar”, dijo Trump. El nuevo presidente dijo que la prioridad ser “comprar productos estadounidenses, dar empleo a estadounidenses”.

El magnate republicano le habló a sus compatriotas en su discurso inaugural. “Este momento les pertenece a ustedes. Estamos transfiriendo el poder desde Washington D.C y devolviéndoselo a ustedes”.

Al lado de Trump estaba su esposa, Melania, y otros miembros de su familia. Luego pronunció su discurso inaugural de unos 20 minutos. El traspaso de mando de un presidente demócrata a uno republicano tuvo lugar en el lado occidental del Capitolio ante ex presidentes, dignatarios y miles de personas congregadas en la Explanada Nacional.

El presidente pasó la noche en una residencia de huéspedes oficial cerca de la Casa Blanca y luego asistió a misa en la Iglesia Episcopal de San Juan, a una cuadra. Con un traje oscuro y corbata roja, Trump estaba acompañado por su esposa, Melania, quien lucía un conjunto azul de estilo clásico, y su familia.

La seguridad fue reforzada en los alrededores de la Casa Blanca y el Capitolio. Las calles cercanas al hogar de Trump fueron bloqueadas al tránsito por camiones de recolección de residuos y autobuses vacíos, mientras oficiales controlaban bolsos y carteras a peatones en puestos de seguridad temporales.

Los puntos de control en la Explanada Nacional frente al Capitolio abrieron temprano para comenzar a recibir a los concurrentes, algunos de los cuales llevaban gorras rojas con el eslogan “Devolvamos la Grandeza a Estados Unidos”. No podían ingresar con accesorios para tomar “selfies” ni con paraguas, pese a la lluvia.