Agua corriente: relevan “casa por casa” los reclamos que llegan al Municipio
La intendenta se refirió a los reclamos por turbiedad que se registran en distintos sectores de la ciudad. Además, anunció que compraron cisternas y bombas impulsoras para diez edificios del complejo Loyola.
Por: santotoméaldía /
Luego de anunciar un Plan de Acción para mejorar la prestación de los servicios, Daniela Qüesta se refirió a la situación del servicio de agua corriente en la ciudad. En primer lugar habló de la situación del complejo Loyola. “Nos ocupamos del tema como una prioridad y hemos tomado diferentes acciones: limpiamos cañerías y tanques; hicimos tres bypass y en tres puntos ingresa agua del acueducto; colocamos una cuba. Todo está controlado y nosotros estamos en comunicación diaria con el ENRESS en cada uno de los pasos que damos”.
“El objetivo de la ciudad de Santo Tomé y lo que hemos transmitido al ENRESS, ASSA y la provincia, es que lo antes posible podemos podamos garantizar que barrio Loyola tenga el 100 por ciento de agua del acueducto”, destacó a continuación.
Mientras tanto, anunció que el Municipio compró tanques y bombas impulsoras para los edificios del barrio que no los tienen. “Hay 10 edificios que no tienen cisterna, hemos adquirido 10 cisternas y 10 bombas y vamos a aportarle a cada uno de estos edificios los materiales para que ellos coloquen esa cisterna y esas bombas, que es lo que necesitamos como un elemento más para no necesitar acudir al bombeo”.
Relevamiento
Sobre el resto de la ciudad, la intendenta reveló que están visitando “casa por casa” a cada uno de los reclamos que llegan al Municipio. “Hasta ahora tenemos tres casos, de los cuales uno es de Loyola donde formalmente se hizo el planteo sobre el agua”. Además, explicó que hay “unos 30 mensajes de redes sociales donde nos han dado domicilio para ir a controlar”.
“En todos los casos, vamos a ir al domicilio, vamos a observar si la turbiedad persiste y si persiste vamos a realizar los análisis”, remarcó.
Luego, estimó que en muchos casos puede tratarse de “turbiedades transitorias”, que pueden estar relacionadas a sedimentos arrastrados por cañerías que tienen “más de 50 años”.