Factura C en Argentina: qué es y para qué sirve

En el sistema tributario argentino existen diferentes tipos de comprobantes fiscales según la categoría del emisor y del receptor. Entre ellos se destacan los distintos tipos de facturas en Argentina, entre los cuales la Factura C es una de las más comunes entre monotributistas y pequeños contribuyentes. 

Esta modalidad de comprobante tiene sus particularidades y usos específicos, que vale la pena conocer si estás comenzando un emprendimiento o brindás servicios como profesional independiente.

¿Qué es una Factura C?

La Factura C es un comprobante fiscal que utilizan principalmente los monotributistas para documentar ventas de bienes o prestaciones de servicios a consumidores finales u otros monotributistas. No incluye IVA discriminado, ya que estos contribuyentes no están alcanzados por el régimen general del impuesto al valor agregado.

Es emitida de manera electrónica a través de la web de ARCA o mediante servicios habilitados que permiten su generación, almacenamiento y envío digital al cliente.

¿Quiénes deben emitirla?

Deben emitir Factura C todos los monotributistas inscriptos, independientemente de su categoría dentro del régimen. También pueden hacerlo los pequeños contribuyentes eventuales cuando correspondan operaciones alcanzadas por dicha modalidad.

¿Qué datos debe contener?

Entre los datos obligatorios de una Factura C se incluyen:

• Nombre y CUIT del emisor

• Domicilio fiscal

• Número de comprobante y fecha de emisión

• Descripción del servicio o bien vendido

• Monto total

• Condición frente al IVA

¿Cuándo se usa la Factura C?

Los contribuyentes adheridos al Monotributo deben emitir Factura C para todas sus ventas, locaciones o prestaciones de servicios realizadas en el mercado interno, sin importar la condición fiscal del comprador (consumidor final, otro monotributista, exento o responsable inscripto). La única excepción es la exportación, caso en el cual corresponde una Factura E.

Ventajas para pequeños contribuyentes

Una de las principales ventajas de trabajar con este tipo de facturación es la simplicidad del proceso. No se requiere una liquidación mensual de IVA, ni el desglose del impuesto en cada operación. Esto hace que la administración tributaria sea más sencilla, algo clave para quienes están comenzando o desean mantener una estructura operativa liviana.

Además, permite acceder a soluciones digitales para emitir y gestionar comprobantes de forma segura, desde cualquier dispositivo con conexión a internet. Herramientas como las que ofrece Nave ayudan a automatizar procesos, generar reportes e integrar la facturación con otros aspectos del negocio, como los cobros o la gestión de clientes.

Importancia en la formalización del negocio

Emitir correctamente este tipo de comprobantes permite a los pequeños negocios operar en regla, acceder a medios de cobro digitales y consolidar su presencia fiscal. Además, aporta transparencia a la relación comercial con los clientes y facilita la organización contable.

Conocer las particularidades de cada tipo de factura, como la Factura C, es un paso fundamental para profesionalizar tu emprendimiento y sostener un crecimiento ordenado dentro de la economía formal.